¡Y 4.600 bolsas de cemento!
La historia del hombre que envió 6.000 ladrillos de hormigón por correo

Pocas cosas pueden sembrar terror en el corazón del hombre como los costos de envío. Muchas buenas ideas quedan truncadas por las dificultades de al material necesario, pero eso no detuvo a un tal Sam Krogstad, proveedor de la ciudad de Anchorage en Alaska. A mediados de 1988, Krogstad envió materiales de construcción a la remota ciudad de Wainwright con un método muy particular: Por correo. Cada ladrillo y bolsa de cemento fue procesado de forma individual, ahorrando cientos de miles de dólares. Obviamente, el Servicio Postal no estaba feliz por la maniobra…
La versión moderna del correo es mucho más fría y mecanizada de lo que el público piensa. Si consideramos la gigantesca cantidad de paquetes que debe procesar diariamente, lo cierto es que no tiene alternativa. Pero el correo siempre fue una línea vital, un enlace esencial que conectó (y aún conecta) a regiones remotas con el resto del mundo. Uno de los casos más extremos nos lleva a Alaska. En junio de 1988, la ciudad de Wainwright inició la construcción de un puerto, y encontró como proveedor a Sam Krogstad de la compañía Bush Consolidators en Anchorage…
Ladrillos de hormigón por correo, uno a la vez

La distancia aérea entre Wainwright y Anchorage es de 711 millas (1.144 kilómetros). En aquel entonces, enviar el total requerido de 6.000 ladrillos de hormigón y 4.600 bolsas de cemento le costó a Krogstad unos 45 mil dólares, aprovechando una zona gris en el servicio de correo. Las reglas establecían que el paquete no debía superar las 70 libras (31.75 kilogramos) para ser clasificado como correo normal. Con los ladrillos marcando 67 libras por unidad (30.3 kg) y las bolsas 65 (29.4 kg), Krogstad procesó el pedido en miles de envíos individuales, pagando un total de 4.33 dólares cada uno.

El problema es que al final de la línea, la entrega de cada ladrillo y bolsa le costó al correo 50.94 dólares, básicamente subsidiando los envíos en 46.61 dólares por unidad (casi medio millón de dólares). Este sistema de by, exclusivo para el territorio de Alaska, permite una conexión de vendedor-a-comprador evitando las oficinas de correo. Hoy, el by se aplica a órdenes mínimas de 1.000 libras, pero su costo sigue siendo objeto de debate. De hecho, la misma situación se extiende a todo el USPS, que cerró el año fiscal 2024 con un déficit de 9.500 millones de dólares.
Fuentes: Time, AP News vía Internet Archive
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