
La década de los ‘90 fue un verdadero festival de tripas, explosiones, sangre y gritos para el mundo de los videojuegos. Los desarrolladores incluso fueron acusados por diferentes sectores de promocionar la violencia y el satanismo… pero nosotros nos entregamos durante meses enteros a esos juegos. Y ahora aparece STRAFE, un nuevo FPS que en 2015 trata de capturar la mágica esencia de 1996. Si nos guiamos por su extraordinario tráiler, creo que lo ha logrado.
Wolfenstein 3D debutó en el año 1992. Doom en el '93. Doom 2 y Heretic en el '94, Hexen en el '95 y Quake en el '96. ¿Notan el patrón? La década de los ‘90 nos ofreció a algunos de los mejores juegos de la historia, en los que básicamente teníamos que desmembrar todo lo que se nos cruzaba por delante. Escopetas, lanzamisiles, granadas, cañones de energía y hasta una motosierra eran nuestras herramientas de trabajo, el cual disfrutamos mucho. Esos juegos se convirtieron en el horror de turno para los grupos conservadores y las organizaciones religiosas, que trataron de imprimir su moral a pura prohibición y censura. Afortunadamente su fracaso fue absoluto, y aquellos títulos pioneros dieron paso a sagas completas (quiero hacer una mención especial a Serious Sam y sus kamikaze sin cabeza) que en estos días parecen haber perdido un poco de sustancia. Cuando eso sucede, nunca está mal regresar a las raíces, y en el camino nos encontramos a STRAFE.
Oh. Por. Dios. Al ver el tráiler por primera vez, mi mente decidió recordar por algún motivo extraño a Evil Dead, la canción “We're Not Gonna Take It” de Twisted Sister, The Lost Boys (el hermano mayor es un clon de Corey Feldman), y muchas cosas más que provocaron nostalgia inmediata. El monitor CRT, la camiseta de Coca-Cola que usa el hermano menor, la referencia a Indiana Jones, y el hecho de hacer explotar la cabeza de un menor de edad sin miedo a que los paladines de la moral comiencen su bombardeo hacen del tráiler de STRAFE uno de los mejores que he visto en años. Todo comienza con un chatarrero espacial que regresa a su nave nodriza (el ICARUS) sin haber encontrado nada. Las coordenadas son las correctas, pero no hay ni un solo rastro de ICARUS, salvo por su teletransportador. Nuestro personaje decide transportarse a bordo, y allí comienza su infierno repleto de sangre, vísceras, y niveles que cambian en cada partida gracias a la generación no procedimental, o al menos eso es lo que dicen sus responsables.
Cada gota de sangre, cada cartucho descartado y cada miembro arrancado permanece en el nivel, y al no poder desarrollar mapas de los niveles, los creadores de STRAFE recomiendan seguir el rastro de muerte y caos para regresar a una zona previa. No hay lugares que permitan cubrirse, y la salud no se regenera. En otras palabras, STRAFE te hará perder, y mucho. Su campaña en Kickstarter comenzó hace un par de días, y ya ha recibido casi 50 mil dólares de los $185.096 dólares que busca. El juego con su soundtrack tiene un precio de 25 dólares, y estará listo para el mes de junio… de 2016.
Hace poco me puse a jugar Quake 1 en un momento se abrió una compuerta oculta en las pared y surgió un enemigo que estaba encerrado adentro de un cubo pequeño y pensé como en los juegos de hoy en día tiene que buscar una razón para explicar el porqué ese enemigo estaba encerrado adentro de una caja dentro de la pared y están obligados a elegir entre jugabilidad o historia. Antes eso no pasaba salia un bicho de la pared y lo matabas y ya.
Leyendo los comentarios anteriores al mío y a pesar de que soy de los que les gustan los juegos con buenos gráficos y buena trama, tengo que reconocer que es cierto que lo fundamental de un juego es entretener y cuantas más horas mejor, pero no aumentando la duración de los juegos de forma artificial, como se hace ahora, con evoluciones estúpidas del personaje, que no llevan a ningún sitio y que para conseguirlas hay que repetir una y otra vez los mismos niveles, convirtiendo lo que antes era disfrute en algo repetitivo y aburrido. De algún modo, ahora uno se siente obligado a rejugar, cuando antes se rejugaban los juegos por disfrute. Antes eramos libres en el tema de juegos, ahora nos atrapan en una especie de matrix de donde en ocasiones nos cuesta salir. Si bien, con esta moda empezaron los los juegos de rol y los Free to Play, también conocidos como Pay for Win, cada vez son más los juegos de pago que entran en esta dinámica y eso no me gusta. Por tanto, a un juego le pido muchas horas de disfrute, pero porque tenga muchos niveles y no porque tenga que repetir 200 veces cada nivel para poder evolucionar mi personaje al máximo.
Nostalgia pura,,,
Debes iniciar sesión para publicar un comentario.