<img src="https://queue.simpleanalyticscdn.com/noscript.gif?collect-dnt=true" alt="" referrerpolicy="-when-downgrade"> Pulgasari: El «Godzilla bootleg» de Corea del Norte
NeoTeo
Lisandro Pardo

Un dictador, dos secuestros, y un kaiju en el medio

Pulgasari: El «Godzilla bootleg» de Corea del Norte

Pulgasari: El «Godzilla bootleg» de Corea del Norte

La historia es absurda y escalofriante a la vez: En 1978, una famosa actriz surcoreana, Choi Eun-hee, fue secuestrada por un grupo de hombres en Hong Kong. Poco tiempo después, Shin Sang-ok, director de cine y ex esposo de la actriz, también desapareció. Ambos fueron trasladados a Corea del Norte bajo las órdenes de Kim Jong Il, un cinéfilo obsesionado de pies a cabeza. ¿Su objetivo? Revolucionar la industria del cine local, cambiar la opinión internacional, y servir como productor ejecutivo en segundo plano. El último de los proyectos surgidos de esa «colaboración» fue Pulgasari, un clon de Godzilla que esconde más de lo que parece…

Nacionalismo superconcentrado, revoluciones agrarias, lucha permanente contra el «enemigo externo», sacrificio colectivo, secciones musicales espontáneas, y por supuesto, exaltación constante de la familia Kim. Cualquiera que desee definir al cine norcoreano tiene aquí un buen punto de partida. Sus películas no son imposibles de obtener en la red, y varios blogs han analizado su contenido… pero todo esto viene de alguna parte, y es Kim Jong Il.

Antes de convertirse en líder del Partido del Trabajo de Corea, Kim Jong Il era un cinéfilo. Se dice que su colección personal tenía entre 15.000 y 20.000 películas, almacenadas en una videoteca hecha a medida, con más de 200 empleados. De hecho, su padre Kim Il Sung consideraba que su entusiasmo se había vuelto una obsesión, señal de que no poseía lo necesario para ser líder, sin embargo… la historia dió un giro:

Pulgasari: Un falso Godzilla, y el poder de la propaganda

Why North Korea is so good at propaganda

Johnny Harris explica en este fabuloso mini documental que a finales de los '60, el poder de la familia Kim no era tan sólido, y algunos elementos dentro del partido habían comenzado a usar al cine como elemento de propaganda para desplazarla. La orden de Kim Il Sung era simple: Pelear en los mismos términos. Kim Jong Il se ofreció, y tomó el control (con la bendición de su padre) como director de artes culturales del Departamento de Agitación y Propaganda del partido.

La relación de Kim Jong Il con el cine se volvió tan estrecha que escribió la «biblia» de las producciones audiovisuales norcoreanas, «Sobre el arte del cine», en 1973. Pero eso no era suficiente: Él quería ver a Corea del Norte convertida en un polo cinematográfico internacional, y la oferta local era… muy limitada. En otras palabras, pura propaganda, siempre con la idea de mantener a los Kim en el poder. Si bien ese objetivo se cumplió, aún estaba muy lejos del nivel requerido para competir con el resto del mundo. Su «solución» fue, en una palabra, increíble: Secuestrar gente.

Pulgasari: El «Godzilla bootleg» de Corea del Norte
Shin Sang-ok, Kim Jong Il, y Choi Eun-hee, en algún punto de 1984

Así regresamos a la extracción de Shin Sang-ok y Choi Eun-hee. Choi participó en más de 130 películas (IMDb dice que fueron menos), y ambos fundaron su propia productora, Shin Film. En el ‘76, Choi se divorció al enterarse de que Shin había tenido dos hijos con otra actriz (ella era estéril, pero adoptaron dos niños juntos), y dos años más tarde (enero del ‘78, siendo precisos), viajó a Hong Kong para analizar la posibilidad de dirigir una película e iniciar una productora con empresarios. Esos «empresarios» eran en realidad agentes de Kim Jong Il con órdenes de secuestrarla y llevarla directo a Pyongyang. La desaparición de Choi deja en una posición muy incómoda a Shin Sang-ok, pero seis meses más tarde, el director viaja a Hong Kong para buscar a su ex esposa, y recibe el mismo tratamiento.

Kim Jong Il los mantiene separados, pero revela a Shin Sang-ok su plan maestro: Crear una película norcoreana capaz de competir en eventos internacionales. La negativa de Shin sumada a dos intentos fallidos de escape le valieron varios años de «reeducación». Fast forward a marzo de 1983, Kim Jong Il decide reunirlos, convencido de que ahora entienden su deseo. Además de desarrollar nuevos proyectos, Shin y Choi recibieron instrucciones de ver y criticar cuatro películas de la colección del líder cada día… y se les ordenó casarse de nuevo. En total, la pareja hizo siete películas para el régimen (Harris menciona seis, porque una de ellas, Bangpaje, nunca estuvo disponible al público), pero la que definitivamente pasó a otro nivel fue la última, Pulgasari, en 1985.

Pulgasari (1985) | Shin Sang-ok | 4K Remastered [FULL MOVIE]

Se supone que Pulgasari es una remake de la película surcoreana Bulgasari, que a su vez se inspiró en la Godzilla original de 1954. The Return of Godzilla había llegado a las salas en el '84, y aprovechando el clásico «yo también», Pulgasari recibió luz verde. La trama comienza con un herrero, encerrado y torturado por un cruel rey. El herrero crea una figura de arroz, y antes de morir pide a los dioses que la convierta en una herramienta de salvación para proteger a los oprimidos. La sangre de su hija Ami activa esa transformación, y Pulgasari se vuelve un monstruo gigante con una intensa dieta de metal. Pulgasari devora las armas del ejército y destruye al rey, pero después consume las armas de los rebeldes y las herramientas de los granjeros. Ami comprende que su hambre es infinito, y logra engañar al monstruo para que la devore. Ambos mueren, y el pueblo queda a salvo.

Pulgasari era el sueño de Kim Jong Il hecho realidad. Su «equipo de galácticos» participó de la producción, desde Shin Sang-ok, pasando por los técnicos de Toho (todos engañados, hay que agregar), hasta Kenpachiro Satsuma (el actor detrás de Godzilla) en el traje de Pulgasari. Su estructura de propaganda estaba allí: El error de depender de una fuerza externa, el sacrificio al final, y el propio Pulgasari como símbolo capitalista insaciable que destruye a las masas. Pero algunos sugieren que Pulgasari «es» Kim Jong Il, adicto al poder luego de haber participado en la liberación de su pueblo.

Pulgasari: El «Godzilla bootleg» de Corea del Norte
Shin Sang-ok y Choi Eun-hee, en 1989 (AP)

Aquí suponemos que Kim Jong Il se dejó ganar por su entusiasmo, y le ordenó a la pareja viajar a Viena para encontrar a alguien que financiara una nueva película basada en Genghis Khan. Pero el 12 de marzo de 1986, ambos lograron salir del hotel, escapar de sus guardias norcoreanos, y llegar a la embajada estadounidense para pedir asilo. Kim Jong Il eliminó a Shin Sang-ok de todas sus producciones, y prohibió mencionar su nombre. Otras fuentes sugieren que las películas fueron erradicadas del país.

En resumen, Kim Jong Il se salió con la suya, aunque no de la forma que esperaba. Pulgasari es conocida en el mundo, y por lejos, el ejemplo más mediático de cine norcoreano, a un punto tal que podemos verla gratis en YouTube hoy, pero su desarrollo fue tan increíble y extremo como el kaiju ultracapitalista que come metal.

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