<img src="https://queue.simpleanalyticscdn.com/noscript.gif?collect-dnt=true" alt="" referrerpolicy="-when-downgrade"> Darknet Project: Por una nueva internet
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Nico Varonas

Darknet Project: Por una nueva internet

Darknet Project: Por una nueva internet

La neutralidad de la red está puesta en discusión desde que grupos económicos fuertes y algunos estados autoritarios han impuesto trabas y obstáculos para que la información de los individuos viaje de manera libre, segura y descentralizada por la web. Las respuestas ante esto han tenido como protagonistas a Anonymous y a una larga lista de organizaciones que luchan por la tan ansiada libertad en internet y por la abolición de la censura y el espionaje comercial y judicial. Cansados de la profundización del modelo actual, la propuesta de ir a por una nueva internet reflota con el proyecto The Darknet Project y por eso analizamos su génesis, su estado actual y el rumbo que puede tomar si sale de la etapa prototípica.

La internet que tenemos

Desde los más pragmáticos fines de la construcción de la red en sus etapas primigenias, donde la intención era crear un modelo de intercomunicación seguro y ajeno al público masivo y en donde la seguridad y la alta velocidad confluyeran en una herramienta militar de alto valor específico; hoy internet se ha convertido en un multiverso repleto de variantes de los más extraordinarios y diferentes tópicos, que sólo cuentan con la estructura física que mantiene la red como soporte neural y complementario, sirviendo tanto a estructuras de mercado como a la trastienda de una revolución eternamente incipiente. Han pasado formatos, protocolos, lineamientos, conceptos, bytes y más bytes de datos que responden con suma devoción a lo que la Sociedad de la Información respeta, sirviendo de manera heterogénea tanto para vender droga como para inscribirse en monasterios y seminarios, o incluso para la distribución de material libre y gratuito para imprimir nuestros propios productos; y asimismo, para ser la plataforma de la constante vigilancia del capital tecnológico y comercial sobre nuestras subjetividades, que –con monopolios y oligopolios– atentan contra otra construcción de internet: su supuesta libertad.

La internet que se busca

Ante este estado actual de las cosas y el pesimismo de la inteligencia sobre las posibilidades de desarmar una estructura que se ha constituido en una gran tienda mundial –donde el negocio prima sobre el disfrute de la privacidad y el anonimato–, muchos grupos de hacktivistas, aficionados a la tecnología y otros simpatizantes de la neutralidad de la red, han comenzado a poner en práctica lo denominado como optimismo de la voluntad. Es fácil entenderlo, ya que la censura, la vigilancia y el irreverente irrespeto a la privacidad invitan a pensar más allá de lo convencional. De hecho, “saliéndose de la caja”, la pregunta ¿Es posible otra internet? sirve de lema a un proyecto que apela a construir una nueva internet, descentralizada, paralela, transparente, gratuita y de irrestringido. Con estas premisas surgió el proyecto Darknet, cuyos adeptos crecen a ritmos exponenciales.

¿Cómo lograr una nueva internet?

Los grupos inmersos en este nuevo proyecto se están reuniendo a través de canales de IRC y mediante Reddit para compartir avances, ideas, propuestas, conceptos y documentos, de modo que el proyecto The Darknet Project quede lejos de ser catalogado como una mera victoria simbólica. En algunos documentos, las ideas se resumen en la necesidad de crear una red descentralizada de redes Mesh abiertas e inalámbricas conectadas entre sí, para que cada nodo tome las riendas de la libertad y el anonimato operando de forma autónoma, sin depender de la opresión técnica y legal de la internet formal.

La teoría detrás de esta propuesta explica que en una red de redes Mesh (red en malla) de este tipo, en la que cada nodo transmite los datos de sus vecinos aumentando la solidez de la conexión a medida que se agregan o quitan dispositivos, los precursores de The Darknet Project sostienen que cualquier intento de censura o prohibición—que no se ajuste a los valores comunes de los participantes—será imposible de implementar, ya que no existirá un punto neurálgico, sino que cada nodo formará parte esencial de la red.

Ideas vs recursos

Lo interesante de la red inalámbrica en malla es su funcionamiento híbrido: permite que dispositivos fuera del radio de cobertura se conecten mediante el compartido entre tarjetas de red. La idea de los organizadores es construir redes de malla locales y conectarlas a la infraestructura actual de internet, para posteriormente crear una red autónoma que se alimente conforme se incrementen los nodos y puntos de . Sin embargo, esta tecnología requiere evitar la acumulación de demasiados saltos (cada transferencia entre tarjetas de red) para funcionar correctamente. Este es, por ahora, uno de los retos a solucionar, pues las múltiples respuestas técnicas viables se ven opacadas por conflictos en recursos y opiniones divergentes entre los entusiastas de la informática y la libertad.

La musa inspiradora

El modelo que se desprende de Anonymous –sin liderazgo ni un centro único de ataque en caso de represalias policiales o judiciales– también recuerda, aunque de forma distinta, a la Operation Mesh del grupo que prometió destruir a Facebook el 5 de Noviembre pasado. La operación defendía los mismos valores que hoy se analizan, utilizando la red de malla B.A.T.M.A.N basada en el protocolo I2P y en torrents, e incluso se ofrecían instrucciones para hackear un router mediante firmware OpenWrt, siempre en la búsqueda del tan ansiado valor para Anonymous: el anonimato. Es posible que el uso del pretérito resulte abrupto, pero estos proyectos no mueren formalmente y pueden unir esfuerzos técnicos a The Darknet Project.

Organización y desorganización

Uno de los inconvenientes más reconocidos de este tipo de proyectos es la descentralización. Aunque fomenta cúmulos de ideas sorprendentemente creativas, la falta de recursos, el cálculo de costos y beneficios, y la ausencia de un consenso claro hacen que la operatividad fluctúe entre periodos de acuerdo y otros de marcada incertidumbre. Los esfuerzos se orientan a captar los recursos técnicos necesarios y a publicitar el proyecto en ámbitos donde aún no se ha despertado el interés por una red más libre, lo que podría traducirse en más s, nodos y colaboraciones para descentralizar internet.

Alternativas y esperanza

Separadamente de la búsqueda de organizaciones con reivindicaciones previamente expuestas, algunos estados e instituciones gubernamentales exploran formas de utilizar la comunicación descentralizada para proteger la libertad de expresión frente a monopolios mediáticos, al mismo tiempo que cuidan su propia confidencialidad –algo que han demostrado tanto Anonymous como WikiLeaks. Por otra parte, la compañía Serval estudia la posibilidad de crear una red de mallas con dispositivos móviles, una iniciativa que The Darknet Project ya ha incorporado en sus debates sobre los próximos pasos.

Como opinión personal, además de las repercusiones de una internet descentralizada –donde las libertades no se ven cercenadas por intereses de poder–, una internet alternativa podría abrir la puerta a tecnologías hoy limitadas por el mercado, como ocurre en la comunidad científica, regida por un pragmatismo economicista que restringe becas y financiación. Así, muchos proyectos quedan estancados en los papers. Para concluir, existen posibilidades de lograr por una nueva internet y The Darknet Project se esfuerza por aprovecharlas. La gran incógnita es si lograrán hacer realidad esta transformación y en qué se convertirá el fruto de esta lucha, que parece apenas comenzar. ¿Tú qué opinas?

Fuente:

Arstechnica

Fuente:

Wikipedia

Fuente:

Internet Evolution

Fuente:

Berkeley`s Department of Sociology

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